viernes, 31 de octubre de 2008

El salto del guanche


Cuando Jean de Bethencourt llegó a el Hierro, vivía en la isla un Bimbache llamado Ferinto , el cual se convirtió en el tormento de los conquistadores . Jamás los dejaba tranquilos, hostigándolos continuamente.
Por mucho que los extranjeros persiguieron a Ferinto, su agilidad era tal que no lograban atraparle.
Un día este herreño fue traicionado por alguno de los suyos y los europeos rodearon su guarida . Sin embargo ,Ferinto los sintió llegar y logró huir hasta el borde de un profundo barranco ,cercano a Valverde .
De poco le sirvió a Ferinto su huida,porque sus enemigos y estrecharon aun más el cerco ,hasta que se vio totalmente perdido.Bajo sus pies se habría un horroroso abismo y una caída podría ocasionarle la muerte .
Ferinto tomó aliento , flexionó sus poderosas piernas , saltó...Y logró llegar al otro lado del cauce , en el lugar que hoy se conoce como El Salto del guanche .
Más de nada le valió , puesto que allí también le esperaban los conquistadores con las armas prestas .
La desesperación de ver su libertad perdida le impulsó a gritar. Lanzó un grito tan fiero ,tan grande que atravesó la isla ,sobre pinares ,barranco y volcanes ,hasta llegar a La Dehesa en el otro extremo de la isla, donde su madre ,oyendo su potente voz,dijo con tristeza:
-¡Mi hijo ha sido vencido!

sábado, 25 de octubre de 2008

viernes, 17 de octubre de 2008

Unas horas en Candelaria


Hace dos años fui a Candelaria y visité a la Virgen. También saqué algunas fotos a los menceys de Tenerife; encendí algunas velas y pedí un deseo tirando una moneda a la fuente. Luego dí una vuelta por la playa y después merendé.
Volví en coche a mi casa .
Fui tan solo un día, pero...¡ fue muy divertido!.

viernes, 10 de octubre de 2008

El árbol de las cerezas


Habia una vez un árbol que daba cerezas. Sus cerezas eran muy ricas y sabrosas. El árbol estaba plantado en un jardin de una casa. Una vez los dueños de la casa plantaron un girasol, se olvidaron del árbol y poco a poco se le iban cayendo las hojas y las cerezas ya no eran tan sabrosas. Los dueños se dieron cuenta y lo empezaron a regar y al girasol también.
pasaron los meses y el árbol de las cerezas volvió a madurar. Al final las cerezas volvieron a ser sabrosas y se acordaron de regarla todos los dias.

viernes, 3 de octubre de 2008

BANDADA DE AVES


Los pájaros de la tarde

practican el bricolaje

en el taller del paisaje,

antes de que sea de noche

y las estrellas derrochen

purpurina por sus alas

y deshagan su equipaje

-MARIO JURADO-